hamlet, glucosa, lútero (cuaderno cerradura)
flecha caída
valor afuera
joven noble aún no armado caballero. doncel.
hamlet era un príncipe mujer, lo dicen los investigadores.
ah, anhelo de genio isabelino, eran cinco: entendimiento, memoria—------------
levantarse al alba cuando todavía está oscuro te ilumina el día. el día es entero. un día largo vale más que un dôlor.
sangre, azúcar dulce, sangre.
no se hace mala sangre. no hacerse de mala sangre.
cuando el día es largo y empieza con llovizna húmeda que te limpia las retinas de la mente, nada se llena de significados innecesarios.
un pelotón. el órgano. reproduce. ya no habrá la sangre ni el dolor. la música que nunca hiciste ni volverás a hacer. dulce azúcar de la sangre el amor. glucosa. veneno. la música del adiós.
mirando alrededor la casa y mis planes. la falta de lugar y muebles. reduciendo mi vida incrementé una suerte de inestabilidad en la que la mayor parte del tiempo me siento atrapada. no tengo escapatoria. siempre hay una decisión que tomar. decido que la relación se rompió por tu culpa aunque la maniobra, valga la redundancia, cayó en mis manos, porque yo, no lo que yo escribía, sino yo misma estaba parada a su merced, la merced de las trabaduras, la cerrajería de tu carácter aniñado, capaz de tener una mamá con cualidades extraordinarias, acostumbrado a recibir el pan en la mano. por otro lado, yo la mujer príncipe hamlet enamorada de su orfandad y de la princesa reprimida llena de ataduras con una madre espléndida.
no fue el control el tema porque ya la madre ejercía ese fantasma, fue la fantasía cumplida de ser amada y la concreción del erotismo fuera de la madre. ser joven y un príncipe hamlet mujer, explosión erótica, también psíquica. madre y amante, pero yo no quería ser madre porque también había perdido una y necesitaba suplir carencias. afectividad del desastre. leyes de la atracción. pero el día que el príncipe pidió una flor de tu jardín, que tampoco era algo que se le había negado antes, apareció la idea de los límites, las cercas, cerrar las llaves, esconderse en el castillo, llorar sobre los vestidos de seda lágrimas de cocodrilo. la falda de mamá. volver al útero materno. Lútero.
mi chica de oro necesitaba ser libre encerrada en su propio castillo.
el príncipe cargaba con la espada, amainó mostrarla y la joven princesa ni lerda ni perezosa no ahorró señalarle una violencia. ganó la batalla existencial, el príncipe se quedó sin espada, sin nombre, sin lugar.
saliendo de la tela unos mensajes en acordeón. la escritura pintada. salen de adentro, la pintura escupe texto. salpica las palabras, lubrica el pincel.
y los obreros en la calle
pala a pala
somos muchos, más que dos
las horas pasadas fueron casi todas bajas, enanas
más bajas que yo. puse tela por recurso expresivo
a mí me gusta el papel. tenerlo. hacerlo. textura. apariencia.
si te beso puedo eliminar la glucosa de tu sangre. suave veneno: antídoto. mi papá decía todo en la vida es sacrificio. yo prefiero el esfuerzo pero entendí el concepto. a partir de ahora enfrento todos mis miedos y empujo la piedra para que se vuelva a caer así la puedo volver a empujar. esa apatía no te conduce a nada. en el lugar de apatía se pueden poner muchos sustantivos abstractos. la piedra sí, a caer y levantar. pico y pala, la cresta del deseo. si usted tuviera que sobrevivir no se haría preguntas sobre el deseo. aunque trabajes de obrero la neurosis burguesa no se cura, es como casarse y tener hijos para curarse de la homosexualidad. los varones siempre necesitan curarse, les que no sabemos nada y mantenemos el misterio intacto pasamos de una cosa a la otra sin cuestionarnos demasiado ni andar poniendo tantos sustantivos neologistas en frente del verbo ser. ¿qué somos? cualquier cosa. así dijo un amigo una vez refiriéndose a nuestra sexualidad. le damos la razón. “él es el fantasma y el príncipe
él es todo en todo
un rey y un príncipe por fin en la muerte
y sería rufián y cornudo también si no fuera porque en la economía del cielo, pronosticada por hamlet, no hay matrimonios, hombre glorificado, un ángel andrógino, siendo una esposa en sí mismo. miedoso por casarse ha optado por masturbarse.”
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