El rey-rana o el príncipe Enrique (libre extracción poética de un cuento de los hnos. Grimm)
soy la rana que rechazas y no se convierte en príncipe cuando la arrojas contra la pared
sos la perseguida que no tiene quien la persiga
porque yo persigo el amor no a vos
si yo pierdo tu me pierdes
yo tengo el don tu solo tienes tu juventud
yo soy la escritoresa y tu solo una persona con el alma dormida y el corazón ataviado
pensaba que te habías puesto esos aros de hierro por mí
pero no veo que me desees ningún final feliz
tu gozas con un fantasma que existe gracias a mí
te di placer y ahora goce
incluso en mi completa ausencia lloras por mí
¿qué campanas de cristal se quiebran por tí?
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